Cuando volví al pueblo, me encontré con cajas de libros de mi infancia y de la de mi hermano. Entre esos tesoros descubrí la colección de Las crónicas de Narnia. Nadie se acuerda de quién compró esos libros pero estoy segura de que debían ser de mi hermano porque nunca antes los había visto. Te explico, me marché a vivir con mi tía a los quince porque en mi pueblo no había escuela de idiomas, y yo estaba loca por mejorar mi inglés 🙂
Desde ese instante en el que los sentí en mis manos, no me los podía quitar de la cabeza hasta que decidí que necesitaba leerlos.
Antes de lanzarme a ellos, investigué un poco sobre la colección y comprobé que podía leerse de dos formas: según el orden de publicación de los libros o según el orden cronológico de la historia.
Pregunté por Instagram y aquellas que ya lo habían leído, me recomendaron que lo hiciera de forma cronológica. Y así es como comencé con El sobrino del mago.
El sobrino del mago, el nacimiento de Narnia
Las crónicas de Narnia es una colección de fantasía juvenil y para poder disfrutarla de verdad, es necesario quitarse las gafas de adulta para colocarse las de niña. ¿Qué pasaría si no lo hacemos? Que solo veríamos que nos falta profundidad en la historia, que los giros se resuelven muy rápido o incluso que las conversaciones son en algunos puntos muy simples.
No caigamos en ese error 🙂
Las crónicas de Narnia son una joya y en este primer libro, El sobrino del mago, C.S. Lewis nos muestra cómo surgió Narnia y algunos detalles clave en otros libros como por ejemplo, la madera de la que se creó el armario con el que viajan a Narnia en la segunda entrega.
Esa parte te la contaré en otra reseña. Hoy voy a centrarme en El sobrino del mago.
Los protagonistas de esta historia son Digory y Polly, dos vecinos que la curiosidad llevará hasta el desván del tío de Diogory, el extravagante señor Andrew. En él, descubrirán unos anillos que los teletransportarán a otros mundos, entre ellos, a Narnia.
Pero no es todo luz y color, en uno de esos mundos despertarán a una malvada bruja que, sin querer, arrastrarán hasta Narnia. La misma bruja que provocará algunos de los principales conflictos de los siguientes libros.
Las descripciones son perfectas. Consiguen introducirte en la atmósfera de la historia sin reparar en gran lujo de detalles. Vamos, están más que bien afiladas. Gracias a esa precisión, podemos hacernos una idea de cómo es Narnia sin morir del aburrimiento.
Otro detalle que me ha llamado mucho la atención son los valores que desprende El sobrino del mago. Hay varios momentos de la historia en los que, especialmente Digory, tendrá que pedir perdón, ser valiente o no decir mentiras.
Gracias a este tipo de historias, los niños y adolescentes pueden ver ejemplificadas las conductas adecuadas y las que no lo son. No es mera fantasía, es un espejo de la sociedad y de cómo convivir en armonía dentro de ella.
Te dejo un ejemplo de lo que dice Aslan, el león, sobre gobernar Narnia.
¿Sabes usar una pala y un arado, y sacar alimentos de la tierra?
¿Puedes gobernar a estas criaturas con bondad e imparcialidad, recordando que no son esclavos como las bestias mudas del mundo en el que naciste, sino animales parlantes y súbditos libres?
¿Y no tendrías favoritos entre tus hijos ni entre las demás criaturas, ni permitirías que ninguno sometiera a otro o lo tratase mal?
Más detalles de este primer libro
El sobrino del mago, igual que el resto de la colección de Las crónicas de Narnia, al estar creado para un público más infantil; implica que el vocabulario que se utiliza no es complejo aunque sí que aparecen algunos términos más en desuso como cabriolé.
No olvidemos que este libro se publicó en 1955 y cuando habla de la sociedad de Londres es justo de esa época. Por eso encontramos coches de caballos, cocheros y mayordomos.
Y por último, también me gustaría resaltar la personalidad de los personajes. Al igual que en las descripciones, casi no se dan detalles directos sobre cómo son los niños o los seres de Narnia. Sin embargo, C.S Lewis utiliza un sistema mucho mejor para mostrarnos cómo son. Sus reacciones.
En cada una de las escenas, hay de fondo una decisión o un comentario que determina la personalidad de cada uno de los personajes. Por ejemplo:
—Vámonos a casa —propuso Polly.
—Pero no hemos visto nada aún —protestó Digory—. Ahora que estamos aquí, sencillamente debemos echar un vistazo.
—Estoy segura de que no hay nada interesante en este lugar.
—De poco sirve encontrar un anillo mágico que te permite entrar en otros mundos si tienes miedo de echarles un vistazo cuando has llegado a ellos.
—¿Quién habla de miedo? —dijo Polly, soltando la mano de su compañero.
Durante las próximas semanas, te iré contando más sobre el resto de libros de la colección.
Si te apetece leer El sobrino del mago, puedes comprarlo aquí.
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¿Cuál es tu libro favorito de fantasía?
Te leo en los comentarios.
Amor y luz ?
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