Todavía estoy flipando con el final de El silencio de la ciudad blanca, ¡menudo libro! Lo tengo clarísimo, se ha colado directamente entre mis favoritos de este 2020. Esta misma tarde encargo los otros dos libros de la trilogía.
¡No me puedo quedar así!
La autora, Eva Gª Sáenz de Urturi, comenta al final que El silencio de la ciudad blanca es uno de sus libros más autobiográficos. No por los asesinatos, menos mal, sino por los lugares que menciona a lo largo de la novela. Además, de por algunas características de la personalidad de los personajes.
A mí me encanta que los autores compartan ese tipo de detalles. Hacen que las historias sean todavía más especiales, que tengan más alma. Supongo que es la niña curiosa que llevo dentro o mi parte de escritora, pero desgranar así cada lugar o matiz me resulta muy interesante.
Yo misma lo estoy haciendo en mi newsletter con la novela que estoy escribiendo 🙂
¡Vamos al meollo de esta novela!
El silencio de la ciudad blanca
Hace veinte años se perpetuaron unos crímenes horribles en la ciudad de Vitoria. Esa atrocidad sumió a sus habitantes en un estado de angustia y alarma insoportable hasta que se atrapó al asesino, Tasio, un brillante arqueólogo que tenía fascinada a su ciudad.
Cuando faltan pocas semanas para que Tasio disfrute del primer permiso penitenciario, después de veinte años en la cárcel, vuelven a ocurrir los asesinatos. El desconcierto y el miedo campa a sus anchas en una ciudad que se encuentra en sus fiestas grandes.
¿Será Tasio el inductor?
¿Será un imitador?
¿Tasio será inocente?
Unai es uno de los inspectores a cargo de esta investigación. Una historia que le marcó en su adolescencia y que fue la que le impulsó a alistarse como policía. Ahora tiene un enigma que le puede estallar en las manos.
Para solventarlo, utiliza métodos pocos ortodoxos que le permiten atrapar al asesino y terminar con una bala en la cabeza. Tranquila, no es un spoiler, este detalle aparece en la mismísima primera página del libro 🙂
Equilibrio entre detalles históricos e intriga
Eva ha hecho magia con esta historia, pero magia de la que te deja la boca abierta.
Es alucinante cómo ha conseguido hilar tan fino. Mezcla detalles históricos como calles, lugares, emblemas y simbología de la cultura alavesa junto con giros fuertes en la investigación.
Ese permite que la intriga y el ritmo de la historia sea ascendente y muy arrollador. No puedes dejar de leer.
Es muy complicado mantener ese nivel cuando se aportan tantas descripciones. Si te fijas, en las novelas históricas el ritmo es muy lento precisamente por esos detalles.
En este caso, están tan bien escogidos que dan un fogonazo de luz sobre el mapa de Vitoria y su pasado cultural y además, te mantiene en vilo.
Pasado, presente y futuro
En El silencio de la ciudad blanca, no solo nos encontramos con la historia presente de los asesinatos. También descubrimos el pasado familiar de Tasio y su gemelo Ignacio. Un pasado que va a marcar el futuro de todos los personajes de la novela, incluido el de Unai.
La psicología de los personajes es una gozada.
Gracias a la maestría de Eva, podemos conocer a los personajes como si nos mostrase una radiografía física y emocional.
El truco no es contar mucho, sino lo justo para que podamos rellenar el resto de huecos con las acciones que desarrollan los personajes, sus reacciones.
Un final de traca
Si el transcurso de los acontecimientos en El silencio de la ciudad blanca son una carrera de obstáculos excitante; el final es un clímax apoteósico.
Juega tan bien las cartas, que hay situaciones que se dan por hecho que ocurrirán de una determinada forma. Entonces llega y ¡boom!
Hace que te explote la cabeza, en el buen sentido 😉
Nunca me imaginé que ese sería el final. Estoy todavía repasando algunos detalles mentalmente para ver si se puede anticipar, creo que no.
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Uno de los libros del club de lectura online
El pasado domingo me lo pasé bomba en la primera reunión del club de lectura online que he propuesto en Instagram. Y El silencio de la ciudad blanca fue uno de los cuatro libros que propuse para comentar.
Llegué a la reunión con los deberes a medias.
Se cruzaron otros libros como Correr Comer Vivir de Scott Jurek o Libera tu magia de Elizabeth Gilbert; que hicieron que me saltase mi programación lectora. Fue casi una necesidad leerlos por la situación vital en la que estaba, pero bueno, lo vamos a dejar ahí 🙂
Comentamos las primeras impresiones de El silencio de la ciudad blanca, además de Mujercitas, Todo lo que nunca fuimos y Mi historia.
Pero ay, amiga, no conocía en ese momento el final. Vuelvo a repetirlo, ¡qué final!
También en esa reunión propuse los libros para la siguiente reunión. Te dejo toda la información aquí.
¿Te apetece adentrarte en El silencio de la ciudad blanca?
Los otros libros que comentamos fueron:
Todo lo que nunca fuimos de Alice Kellen.
Mujercitas de Louisa May Alcott.
Mi historia de Michelle Obama.
Te leo en comentarios.
Amor y luz ?
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