Finalista del Premio Excelencia en Creación Literaria

Beatriz Fiore finalista del premio excelencia del máster en creación literaria de la viu con el grupo planeta

Hay muchos días que no olvidaré de este 2023. Uno de ellos es el 21 de septiembre, cuando recibí la notificación de que soy finalista del Premio Excelencia del Máster en Creación Literaria de la Universidad Internacional de Valencia en colaboración con el Grupo Planeta.

El lunes 2 de octubre, día de la gala literaria y fallo de ese premio, tampoco se marchará de mi memoria.

El comienzo de un sueño

El último curso de mi licenciatura en Traducción e Interpretación estudié en Braga, Portugal, gracias al programa Erasmus. Esa mañana de diciembre en la que la lluvia había dado una tregua, mi profesora de gramática inglesa nos pidió que arrancásemos un trozo de papel y anotásemos el mayor sueño de nuestra vida.

Mi mano ejecutó sin pensar. Terminé la primera y, mientras el resto dudaba, borraba y volvía a escribir, yo me limité a mirar el baile sedoso de las hojas por el ventanal de mi izquierda. No leí lo que había puesto, tampoco cómo lo había expresado.

Sólo cuando colocamos ese enjambre de sueños en la pizarra me percaté de que era la única que lo había escrito en mayúscula y subrayado varias veces con un rotulador morado fosforito: Write a book, escribir un libro.

Esa mujer menudísima pero con un alma de gigante me dijo dos cosas al ver la nota. “Escribirlo y publicarlo también. Y lo harás, porque esa forma de nombrarlo es un grito del que quizá no eres consciente”.

Tardé ocho años en cumplir ese sueño. Ocho años en los que por todos los medios intenté eliminarlo y crear otro distinto, uno que encajara mejor con lo que se esperaba de mí. Pero mi profesora tuvo razón, hay gritos que es imposible no oír.

Finalista del Premio Excelencia en Creación Literaria

Desde que publiqué El misterio de la caja verde hace dos años se han sucedido decenas de cambios, de lutos. Especialmente el último año ha sido demoledor. La carga emocional se asemeja a un muro en el que he pulido piedras, en algunas persiste el moho, en otras he encontrado su belleza oculta.

Pero también hay semanas que son gasolina, como la de la notificación de finalista del Premio Excelencia del Máster en Creación Literaria.

Cuando leí el email grité y lloré como si se acabara el mundo. Me abalancé sobre mi marido y nos fundimos en un abrazo cargado de energía morada y amarilla. Las manos me temblaban, no era capaz de sostener la taza de café que minutos antes me había preparado para lanzarme a una nueva sesión de escritura.

La casa me daba vueltas. Releí varias veces el mensaje y le pedí a él que lo hiciera, que verificara que no era una ilusión óptica, que mi nombre estaba en esa lista.

A veces necesitamos que esos gritos se escuchen, no para que el resto cambie su mirada, sino para que nosotras nos brindemos nuestro lugar propio. Y esa nominación fue un grito para mí.

El broche a ese día soñado lo puso mi abuelo Fernando. La novela que presenté como TFM y con la que soy finalista del Premio Excelencia cuenta con su presencia constante.

Días de colores con el mismo atardecer anaranjado, rosado y rojizo que viví ese jueves desde el mirador de San Nicolás. Él, que me había enseñado el amor por contar historias, me guiñó desde el cielo y, en otro grito en silencio, me susurró idénticas palabras a un año antes, cuando no podía más.

“Hay cientos de días de colores esperándote, yo te sostengo, Loren también”.

Gala Premio Excelencia

El lunes 2 de octubre es otro de los días enmarcados de este año. Llegaba a Valencia cargada de ilusión y muchos nervios. Los seis finalistas debíamos leer un fragmento de unos cinco minutos. No me preocupaba ser una de las tres ganadoras, sólo ser capaz de leer. No bloquearme.

Sin embargo, fue un día lleno de colores. De tantos, que todavía mi cabeza no es capaz de digerir todo lo vivido. Comencé a leer con los nervios rugiendo, se me rompió un poco la voz en el primer párrafo. No es fácil contar esa historia, mucho menos en voz alta.

Pero cada palabra me recordó la fuerza que he necesitado no sólo para escribirla, sino para que esa misma historia tuviese un final feliz.

La gala se retransmitió en directo y también se puede volver a ver a través de YouTube. Te dejo el vídeo por si te apetece. La lectura de mi fragmento de Días de colores es del minuto 29:14 al 35:31

La gala del Premio Excelencia se convirtió en un día mágico lleno de encuentros, abrazos y muchas risas. De celebrar el viaje que es el mundo literario, de conocer en persona a compañeros y profesores, especialmente a mi grupo de literatura infantil y juvenil, a Silvia Herreros y Viviana Rivero.

Finalmente obtuve la mención del Premio Excelencia del Máster en Creación Literaria y la liberación de poder continuar con esta novela sin prisa ni fechas límite.

Esta novela autobiográfica, Días de colores. 1.101 kilómetros a pie sola de Almería a Finisterre, verá la luz, pero antes necesita mucho mimo, tiempo y cuidado.

Gracias a todos los me habéis enviado decenas de mensajes cargados de amor y luz desde que compartí en mi newsletter e Instagram la noticia.

Es hora de seguir escribiendo, de seguir divulgando para ayudarte a convertir cualquier momento, por breve que sea, en un gran encuentro con la literatura.

Te mando un abrazo enorme lleno de amor y luz.

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