–Totoca, ¿un niño es un jubilado?
–¿Cómo?
–El tío Edmundo no hace nada y gana dinero. No trabaja y en la alcaldía le pagan todos los meses.
–¿Y qué?
–Los niños no hacen nada, comen, duermen y reciben dinero de los padres.
Mi planta de naranja lima
Autor: José Mauro de Vasconcelos
Traductor: Carlos Manzano
Género: Narrativa extranjera
Puntuación: ✩✩✩✩✩
Sinopsis de la obra
Zezé solo tiene cinco años pero posee una sensibilidad exquisita. Ver la vida a través de sus sentidos es un regalo, a veces una pesadilla. No ve el mundo como lo percibe el resto. La intensidad de sus emociones, de sus vivencias están perfectamente trasladadas en las páginas de Mi planta de naranja lima.
Este pequeño brasileño sufre y vive como pocos. En su casa recibe palizas tremendas y lo consideran un hijo del demonio. Para su maestra, un ángel con corazón de oro.
Se aferra a las pequeñas cosas y sueña con ser poeta con corbata de lazo. Un día Zezé tendrá que crecer de golpe y entenderá que el dolor físico es mínimo comparado con el dolor del alma. Ese dolor que te deja sin respiración, sin vida.
Un torrente emocional
Toda la historia de Zezé está narrada en primera persona y desde el punto de vista de su protagonista, sí, desde la visión de sus cinco años.
El pequeño fragmento que comparto al principio es solo una breve muestra de esa inocencia infantil. Zezé tiene que soportar situaciones terribles: maltrato infantil, paro familiar, pobreza. Todo lo que un niño nunca tendría que experimentar.
Duele mucho cada palabra.
Escuece cada lágrima de Zezé.
Atraviesa saber que esto no es pura fantasía, sino parte de los recuerdos de infancia del autor.
Es un libro de apenas 200 páginas que esconde un riquísimo mundo emocional. Una joya.
Según mi opinión personal, solo un PAS es capaz de experimentar ese nivel emocional.
Además, para mí este libro tiene un sabor más especial de lo que ya es. ¿Por qué? Porque transcurre en Brasil. Cuando tuve la enorme suerte de estudiar el último año de mi licenciatura de Traducción e Interpretación en Braga, Portugal, me relacioné muchísimo con brasileños.
La pasión y el amor que tienen por su cultura me lo transmitieron y desde entonces, tengo clavada una espina de saudades en mi corazón.
Un libro 100% recomendado
En este libro no vas a encontrar grandes descripciones de lugar o tiempo. Solo las justas pero muy precisas. Si no eres capaz de apreciar el valor emocional y buscas una historia llena de acción, no lo leas.
Las frases son cortas, como las haría un niño. Me encanta que el traductor haya dejado los nombres cariñosos en portugués. Quizás porque a mí el portugués me remueve, pero creo que esos pequeños detalles hacen que el lector pueda introducirse más en la historia y comprender el ambiente sin recurrir a grandes explicaciones.
Lo recomiendo 100% a aquellas personas que saben ver más allá. Que no se quedan en la forma de las letras sino que llegan al fondo. A ese lugar privilegiado donde todo se vive de una manera más intensa.
El dulce gusto de su sonoridad
Aunque no tiene grandes descripciones, tampoco es un libro con un ritmo frenético ni demasiado enrevesado. La sonoridad que muestra es como si te acunara mientras te sumerges en las páginas.
Zezé es un niño muy curioso y tiene un ansia de conocimiento fuera de lo normal. Las preguntas que lanza a los adultos, al mundo y a Dios te encogen el corazón.
Más cosas sobre Mi planta de naranja lima
La primera vez que esta belleza literaria vio la luz fue en 1968 y se ha convertido en uno de los libros más leídos de la nueva literatura brasileña.
Ha sido traducido a 32 idiomas. Ejemplo de su gran valor literario y emocional. De verdad, no te pierdas este libro y lee con el corazón.
Este autor brasileño, nacido en 1920, tiene varias obras más que estoy deseando descubrir como Banana Branca –su debut literario– o Rosinha mi canoa.
Y a ti, ¿te gustan este tipo de libros?
Por cierto, el último libro que comenté en el blog es Promise 593, ¿eres tú a quien busco? ¿Qué te ha parecido?
Gracias por dejarme besarte con letras.
*Este post contiene enlaces de afiliado a Amazon.
4 comentarios
Hola, Beatriz.
El bendito camino con corazón. Qué bella historia la de Promise, pinta muy bien. Vibrar así no deja de recordarme a «Las enseñanzas de Don Juan».
La verdad es que no recuerdo libros con tanta sensibilidad como este fruto de Brasil. Aunque, en cuanto a miserias por el estilo, me recuerda a «Las cenizas de Ángela». Me diste ganas de leerlo, sobre todo por la mención que haces a los PAS.
(Ya puesta, ¡sí! ¡Me encantaría que hablaras de ese tema en próximos posts!)
Un abrazo
Gracias María 🙂
Me apunto el libro de «Las cenizas de Ángela». No había oído hablar de él.
Sí, espero pronto tener listo un post sobre PAS y cómo lo vivo yo. Me cuesta porque es demasiado personal pero a la vez me apetece hacerlo.
Un abrazo 🙂
Perdon por meterme, pero es especial y bipolar el libro de “Las cenizas de Angela”. Te hace sentir tantas emociones a la vez. Leelo te encantara
Me parece genial que te unas a la conversación. De eso se trata este rinconcito, de compartir experiencias y ayudar 🙂 Me habéis dado más ganas todavía de leer el libro. Espero poder contaros pronto mi viaje con él. Un besote