¿A quién no le ha cambiado el humor con una buena dosis de novelas románticas? Son esos bombones que nos endulzan una tarde de frío polar cómo las que ha dejado Filomena —ay, pollito, la que has liado— sin embargo, no todas son iguales.
Si ya eres una adicta a las novelas románticas seguro que conoces los distintos subgéneros que se engloban dentro del género, pero por si hay algún fleco todavía que desconoces, espero que con esta entrada descubras nuevas historias con las que seguir disfrutando.
Hay un punto que une a todas ellas, exacto, el amor.
Una novela romántica sin una historia amorosa se puede catalogar de mil formas distintas, pero no como romántica. Vale, ya tenemos a nuestra pareja de enamorados que ojo, no tienen que ser heterosexuales, ¿qué otros ingredientes necesitamos?
Prepara la lista que allá vamos.
Subgéneros de las novelas románticas
Contemporánea
Una parte de la trama de la historia está marcada por un conflicto actual, de ahí que sea un subgénero con el que es fácil empatizar. Algunos de los temas que se suelen tratar es la maternidad, la búsqueda del éxito profesional, crisis personales o de pareja, etc.
Son un reflejo perfecto de cómo las novelas románticas están avanzando a pasos agigantados, ya no abundan esas escenas en las que las mujeres necesitaban ser rescatadas. Hay empoderamiento y liberación, un clamor a puedo vivir sin ti pero elijo vivir contigo.
Los viajes emocionales a los que nos invitan las autoras pueden llevarnos a reflexionar sobre situaciones personales e, incluso, pasar a la acción al vernos plasmadas en letras.
Para mí, una de las mejores novelas románticas contemporáneas es Mujeres que compran flores de Vanessa Montfort.
Este libro nos muestra el conflicto con el que lidian cinco mujeres con personalidades distintas. La superwoman, la copiloto, la Galatea, la bella sufriente y la omnipotente. Un canto a la búsqueda de la esencia, del amor propio, del querer bien y que nos quieran bien. Puedes leer mi reseña aquí.
Otras novelas que destacan en este subgénero son El mapa de mi piel de María Montesinos, En la Toscana te espero de Olivia Ardey o El sacrificio del verdugo de Noelia Amarillo.
Histórica
Creo que solo con leer el nombre del subgénero te puedes hacer una idea, ¿verdad?
Estas novelas románticas cuentan con un protagonista extra, los hechos históricos. Esa atmósfera marca tanto el desarrollo de la historia como la forma en la que actúan los personajes.
No es lo mismo que los protagonistas se encuentren en plena Guerra Civil que en los años 70. Y por supuesto, el lugar en el que transcurre la historia determina si se añaden otros conflictos como el racismo.
Una de las últimas novelas románticas históricas que he leído y que me ha parecido una joya es El tiempo entre costuras de María Dueñas.
El periplo que vive Sira, la protagonista de este libro, es abismal. Es uno de los personajes femeninos con más crecimiento personal que he encontrado en los últimos años, no solo va a transitar el abandono, el dolor más profundo, la incertidumbre, el miedo o el lujo. También se moverá por diferentes países y nos mostrará una cara distinta de los años previos y posteriores de la Guerra Civil. Te dejo la reseña completa.
Un consejo personal, no leas la sinopsis. A mí personalmente me desveló más detalles de los necesarios 🙂
Otros ejemplos de novelas románticas históricas son Las siete hermanas de Lucinda Riley, El hilo dorado de Lara Beli que además ha sido finalista del Premio Amazon 2020; o La villa de las telas de Anne Jacobs.
Chick lit
Con este subgénero llegamos a la controversia. Hay quienes lo consideran un subgénero de la romántica y otros un género en sí mismo. La protagonista es una chica o una mujer porque se entiende que es un tipo de novela ideada solo para mujeres. A mí ya este punto me escama, lo de etiquetar lo que tenemos que leer cada uno por sexo me mata, que le vamos a hacer.
Son historias que suelen contar con mucho humor irónico en las que se desarrollan problemas cotidianos y algo fundamental, una gran superación.
Una de las novelas chick lit más conocida es El diario de Bridget Jones de Helen Fielding.
Un año de la vida de Bridget que podemos seguir a través de su diario el cual empieza con cinco objetivos: perder peso, dejar de fumar, controlar el alcohol, ser encantadora y conseguir una pareja estable.
Una historia muy divertida que se ha convertido también en un clásico romántico en la gran pantalla.
Otras autoras de chick lit a las que merece mucho la pena seguir la pista son Sophie Kinsella —te dejo la reseña a su novela Mi vida (no del todo) perfecta—, La familia y otros líos de Marian Keyes o Megan Maxwell —hablé de su libro Las ranas también se enamoran en este post—.
Comedia
Si te apetece reír y divertirte, la comedia romántica te está esperando. Tiene un matiz contemporáneo al estar ambientada en la actualidad con los problemas que eso conlleva. Sin embargo, su punto fuerte es tratar dichos temas desde una mirada cómica incluso absurda.
Para alcanzar ese nivel, las situaciones se exageran, el lenguaje es directo y, algunas veces, muy bruto. Todo lo que pueda salir mal en la historia, todo lo que se pueda enredar, sucederá. La protagonista, pobrecita mía, a veces sufre tales varapalos que la vemos en situaciones en las que querríamos gritar «tierra, trágame».
Una de las comedias románticas con las que más he disfrutado es Alicia en el país sin wifi de Nina Minina.
Alicia derrocha glamur, está transitando su particular cresta de la ola tras su paso por un concurso de talentos en el que ha demostrado su naturalidad sin filtros y su buena voz. Cuando una llamada le interrumpe la entrada al paraíso carnal, Alicia no se espera la que se le viene encima en un pueblo diminuto de la España rural y encima sin wifi ni datos con lo enganchadita que está ella a su pPhone.
Al pueblo no le falta detalle: sus lugareños con sus típicos chismorreos, una herencia por la que luchar y un buenorro manchego al que conquistar.
¿Quieres saber los puntos fuertes de Alicia? No te pierda esta reseña.
Otras autoras de comedia romántica son Isabel Keats o Jenny Colgan.
Paranormal y fantástica
La novela romántica paranormal y fantástica permite introducir todo tipo de personajes como vampiros, hombres lobo, sirenas, etc. Esto concede a este subgénero la posibilidad de crear historias muy ricas en matices y aventuras que suman intriga al romance en sí.
La puesta en escena y la atmósfera es otro de los factores clave, necesitamos introducirnos en otro mundo o al menos, descubrir una parte oculta del que nos rodea. Por eso abundan las descripciones no solo del espacio sino también físicas. En una novela romántica tradicional con un par de líneas podemos hacernos una idea muy clara de cómo es un personaje, en la novela paranormal y fantástica necesitaremos algo más para sentir que estamos dentro de la historia.
Quizás una de las historias más conocidas de este género sea la saga Crepúsculo de Stephenie Meyer.
Cuando Isabella Swan se muda a Forks, una pequeña localidad del estado de Washington donde no deja de llover, piensa que es lo más aburrido que le podía haber ocurrido, hasta que conoce a su compañero de instituto Edward Cullen. Hasta entonces, Edward había conseguido mantener su secreto oculto, es un vampiro, pero ahora ya nadie está a salvo, ni siquiera la persona a quien él más quiere: Isabella.
Una saga que se ha colado entre las más vendidas del género y también ha sido todo un éxito en el cine.
Algunos ejemplos más de novelas románticas paranormales y fantásticas son Ciudad de hueso: Cazadores de sombras de Cassandra Clare, Asesino de Brujas: La brruja blanca de Shelby Mahurin o Animales nocturnos de Valeria Marcon.
Viajes temporales
Además del amor, en este subgénero romántico no pueden faltar los viajes en el tiempo. ¿Te imaginas despertar en otra época, ya sea del pasado o del futuro? Esos viajes temporales se suceden de distintas formas: portales, objetos mágicos…
Lo importante no es el cómo sino que suceda ya que esos protagonistas que se enamoraran perdidamente, se enfrentan a vivir en dos épocas distintas. Esto supone que la intriga de estas novelas sea alta y también, que abunden las descripciones ambientales para ubicarnos en la época de turno.
La viajera del tiempo de Lorena Franco, finalista del III Concurso Amazon Publishing, es la primera novela de una trilogía increíble que además, fue protagonista del podcast.
Dos hermanos, Will y Lia, mantienen una relación muy estrecha y viven con una madre ausente que escribe historias de terror. El día que la entierran, Will desaparece misteriosamente, pero cinco años después, su hermana conseguirá seguir su rastro y el del amor.
Más novelas románticas con viajes en el tiempo: La chica del pelo azul de Laura Sanz, A través del tiempo de Pilar Cabero o El medallón de los Lancaster de Claudia Velasco.
Erótica
Una novela romántica no implica que haya escenas sexuales, o al menos, que se describan. Sin embargo, la novela romántica erótica bebe de otros subgéneros en cuanto al trasfondo de la historias, pero con una carga erótica muy por encima del resto.
Las escenas son explícitas, incluso pueden resultar burdas según cómo se expresen los detalles. Una de las autoras españolas que cuenta con una gran carga de escenas eróticas es Elísabet Benavent. Usa un lenguaje directo y actual con el que no deja indiferente a ninguna lectora.
Un ejemplo es La verdad de todas mis mentiras.
Una despedida de soltera en caravana que terminará destapando todas las mentiras que esconde este grupo de amigos tan variopinto y como no, regalándonos escenas bien subidas de tono. Mi reseña completa la tienes aquí.
Otras novelas eróticas son 50 sombras de Grey de E. L. James, Tengo un Whatsapp de Susana Rubio o Viernes de pecado de Mar Álvarez.
Juvenil
Y llegamos al último subgénero de las novelas románticas —seguro que me dejo alguno por el camino— de esta entrada que espero que te haya servido de ayuda 🙂
La novela romántica juvenil tiene su base en el amor de instituto, por eso sus protagonistas suelen rondar entre los 15 y 18 años. También tienen sus toques de aventura y locura, para algo son adolescentes, aunque es cierto que muchas de estas novelas cuentan con subtramas potentes y que invitan a reflexionar como el acoso, problemas familiares o sobre cómo encajar.
Un ejemplo precioso de novela romántica juvenil idóneo también para adultos es Y el mundo no dejaba de girar de Susanna Herrero, Premio Jaén de Narrativa Juvenil 2020.
La historia de Usune y Paul nos enseña cómo se puede vivir el mejor momento de tu vida junto con el peor. Un último curso marcado por la familia, el amor y la necesidad de seguir adelante. Esta es la entrevista que le hice a Susanna para el podcast.
Otras novelas románticas juveniles son Bajo la misma estrella de John Green, Hasta pronto, Julieta de Helene June o Y cuando menos te lo esperas de Aby Live.
¿Cuál es tu subgénero romántico favorito? Te leo en comentarios.
Te mando un abrazo gigante lleno de amor y luz.
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