Hace unos años, me parecía el peor de los sacrilegios abandonar un libro a medias. Sin embargo, ahora me parece un acto de respeto hacia mí misma y hacia esa cantidad de maravillas literarias que siguen esperando a que alguien viaje a través de ellas.
Amar la lectura no supone tener que sufrir con ella. Es más, creo que uno de los grandes problemas para conseguir que los niños y adolescentes caigan rendidos ante el placer de leer es la presión que se ejerce sobre ellos con libros que no les interesan.
Nancie Atwell es una profesora estadounidense que consigue que sus alumnos lean mínimo 30 libros al año. ¿Hace magia? No, ofrece una gran cantidad de libros de temáticas diferentes y un tiempo delimitado para la lectura.
Tú también puedes volver a conseguir sentir las mariposas por la lectura y para ello, debes empezar por abandonar esos libros que se te atragantan.
Por qué abandonar un libro
Gustos diferentes
Quizás tu mejor amiga te ha recomendado una novela con la que ella ha vibrado. Te cuenta esa excitación que sentía página tras página, cómo los protagonistas conseguían hacerla elevarse del sofá o cómo las horas pasaban demasiado rápido.
Sin embargo, cuando te lanzas a ella te das cuenta de que te está resultando previsible y un tostón. Quizás es demasiado romántica para ti y esperabas algo más emocionante. ¿No estás apreciando esas sutilezas de las que te hablaba tu amiga?
No, simplemente tenéis gustos diferentes. Un libro puede ser buenísimo pero si lo tuyo es la fantasía y no las novelas de amor por muy bien escrita que esté La librería del señor Livingstone, no es para ti. Y oye, no pasa nada 🙂
Siempre digo que si el chocolate no le gusta a todo el mundo, cómo lo va a conseguir un libro que posee tantos matices.
Momento vital
Puede parecer una chorrada pero el momento vital en el que te encuentres provocará que desees abandonar un libro o amarlo toda la vida.
Hay miles de libros en los que la trama va ligada a una enfermedad cómo puede ser el cáncer en Bajo la misma estrella. ¿Crees que una persona que esté pasando por una situación similar le apetece sumergirse en esa historia?
Seguramente, no. Lo que busque sea evadirse, no pensar o simplemente reír a carcajadas.
A mí esto me pasó con El lector de Julio Verne de Almudena Grandes. Estaba viviendo una etapa personal muy estresante y mi cabeza estaba en mil sitios menos en la lectura. Es un libro que necesita de concentración para poder percibir la magnitud de los silencios, los matices como los colores o los pequeños detalles que resultan claves a lo largo de la historia.
Cuando comencé a leerlo no duré ni cincuenta páginas. Cuando por fin volví a un estado mental de calma, le di otra oportunidad y la experiencia fue todo lo contrario. Un lujo. Abandonar el libro en ese momento fue lo mejor que hice porque de haber forzado su lectura, solo hubiera conseguido aborrecerlo.
Fue un regalo
Seguro que has regalado un libro con la mejor de las intenciones pero no ha salido muy bien. O incluso, tú has sido la protagonista de esa aventura.
No conocer los gustos de la otra persona es una de las jugadas más arriesgadas. A veces sale bien, otras, cogen polvo en una estantería.
Da igual que te hicieran el regalo con todo el amor del mundo, si no te gusta, déjalo. Leer no es como las lentejas que sí o sí te las tienes que comer o de lo contrario, las tendrás para cenar.
Si no te gusta el thriller, por mucho que te hayan regalado Reina Roja de Juan Gómez Jurado y todo el mundo diga que es la hostia; si contigo no va, ¿por qué tienes que seguir lo que dice la mayoría?
Estás presionada
Una conversación que he mantenido un montón de veces por redes, es la presión al leer un clásico o un libro considerado de gran valor literario.
Parece que si no te gusta es que no tienes ninguna cultura.
¡Para el carro!
No hemos venido a fustigarnos con los géneros literarios que nos apasionan ni a llenar nuestra vida con más «debería». Te voy a contar un secreto, he intentado tres veces leer Cien años de soledad y en todos esos intentos tuve que optar por abandonar el libro.
No sé si ha sido mi momento vital, las expectativas con las que abría el libro o simplemente, que esa novela no es para mí. El caso es que ahí sigue, sin terminar.
¿Soy más tonta o mediocre? No lo creo.
Lo que sí te aconsejo cuando te lances con un clásico o uno de los grandes de la literatura, es que dejes la presión y las expectativas fuera. Míralo como si nunca hubieras escuchado hablar de él.
Es malo
Y por supuesto, la mejor razón para abandonar un libro es que sea malo. Como diría mi primo adolescente, «esto es broza». Y si es broza, ¿para qué perder ese tiempo tan preciado que tienes?
Durante mucho tiempo fui reticente a leer en ebook pero reconozco que desde que lo hago, sufro menos al dejar un libro sin terminar. Suelo leer muchas obras de kindle unlimited y claro, si veo que eso no tira, adiós muy buenas.
Acudir a la biblioteca o intercambiar libros es otra gran iniciativa para descubrir nuevos autores sin jugártela.
Si te apetece, he creado un club de lectura online gratuito en el que cada mes comentaremos cuatro obras diferentes. Tienes toda la información aquí.
¿Qué libros has dejado por imposibles?
Te leo en comentarios.
Amor y luz ?
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